Cuando
mi amigo Josep Vilageliu director de cine y autor del cortometraje DUETO sobre
violencia de genero me comentó la posibilidad de darlo a conocer en un Centro
de Mayores inmediatamente pensé en la oportunidad de que fueran las personas
mayores las que protagonizaran una jornada abierta a la colaboración ciudadana
sobre un tema en el que desgraciadamente cada vez está más presente en los
problemas del día a día y requiere urgente soluciones por parte de todos.
Era
muy importante que después de la proyección del cortometraje se abriera un
debate intergeneracional para lo cual contábamos con los jóvenes alumnos del
Centro Integrado de Formación Profesional Los Gladiolos. Una vez que
trasladamos la idea a la Junta Directiva y a la Directora del Centro de Día
para Mayores y obtuvimos su aprobación nos pusimos en marcha y el encuentro afortunadamente
tuvo lugar el pasado día 25 de mayo.
El
objetivo que pretende conseguir la emisión del cortometraje en palabras de su
director Josep Vilageliu es el siguiente : “ Un cortometraje, como una novela o
una obra de teatro, son parte de la cultura de un país. Su proyección pertenece
a la esferas de lo social, pues permite su disfrute como tal objeto cultural,
pero también facilita la comunicación entre cada espectador y la obra en sí y
entre las personas que han acudido al acto. En este caso y dadas las
características de este cortometraje, espero que suscite preguntas y plantee en
cada espectador una nueva forma de encarar el problema de la violencia. Es un
corto que no pretende dar soluciones, sino quizás plantear nuevos
interrogantes”.
Cuando
escribo estas palabras me retraigo al momento en el que me llenaba de
satisfacción cuando como moderador del debate vivía la situación del gran interés que en el mismo se mostraba así
como el aplauso a la calidad del cortometraje y sus protagonistas.
Tanto
las intervenciones de las personas mayores como las de los jóvenes ponían de
manifiesto y coincidían en la
necesidad de incorporar en los colegios una asignatura que tratara sobre los
valores de la educación y el respeto en la convivencia como principio
fundamental para encontrar soluciones a la violencia de género que complemente
los valores inculcados en la familia y por otra parte contar con el compromiso
de los responsables de las instituciones correspondientes.