Hoy me levanté temprano, como siempre, contento por haber recibido una postal que me recordaba aquellas noches de Reyes de cuando era niño en las que esperaba con ilusión lo que no siempre llegaba. Me acerqué al jardín y lo primero que me vino a la cabeza es por qué el sol aparece todos los días y la respuesta me la dio el girasol que un día planté.
Todos los días voy a ver como da vueltas aunque solamente lo hace cuando el viento sopla pero también observé que el sol que atraviesa las rejas deja su sombra en el picón y también refleja sus rayos en las hojas que le hacen crecer.
Por fin me di cuenta de que el sol está, no aparece todos los días, lo del girasol es un invento y la verdad es que soy yo el que aparece para observar día a día la realidad de mi vida.