El sexo siempre viene con
nosotros
Llevo más de quince años desde que me jubilaron dedicado al
conocimiento y práctica del mundo del arte en toda su extensión pero en
particular al arte de vivir de las personas mayores a través de estudios
gerontológicos, escribiendo artículos, dando charlas en Centros Ciudadanos y
participando en distintas ONG,s.
En estos momentos estoy leyendo el libro de Valentín Fuster y Josep Corbella que
trata de la Ciencia de la Larga Vida, son distintos capítulos todos muy
interesantes que ofrecen una visión integral sobre el paso de los años con
datos contrastados y comentados por el eminente Doctor Valentín Fuster.
El libro que merece la pena leerse está lleno de reflexiones
y recomendaciones para disfrutar de una larga vida.
De los 21 capítulos que se desarrollan de forma amena y concienzuda
yo como soy un “viejo verde” sólo me detendré en comentar aspectos del capitulo
16 cuyo titulo es El sexo no tiene edad y trata de cómo mantener una vida
sexual activa pese a los prejuicios y los cambios fisiológicos.
Lo de “viejo verde” lo digo porque es uno de tantos
prejuicios que circulan de forma ridícula en una sociedad ignorante. Muchos
hombres y mujeres creen que en la vejez se pierde el interés por el sexo y que
la actividad sexual puede perjudicar su salud cuando como veremos más adelante
la sexualidad fortalece la salud física y psíquica junto con el ejercicio
físico y una comida sana . Los mayores tienen deseos y necesidades sexuales al
igual que los jóvenes y los adultos. Los ancianos sexualmente activos no
necesitan tantos medicamentos ni tantos antidepresivos.
En el mencionado capítulo se reconoce que lo del sexo en los
mayores no se pregunta. Es como si no existiera y claro que existe y es un
componente importante del bienestar. Sobre todo para los hombres, pero también
para muchas mujeres. Esto refrendado por los datos. Hay pocos pero los pocos
que hay transmiten un mensaje claro: si se mantiene una salud aceptable, el
interés y la capacidad sexual no tienen que desaparecer con la edad.
En España, en una encuesta realizada en 2015, un 34 por
ciento de las personas mayores de sesenta y cinco años (es decir, una de cada
tres personas) dijo haber tenido relaciones sexuales en pareja el último mes.
De ellas, la mitad las había tenido en la última semana. En Estados Unidos,
según datos de 2010, alrededor de un 25 por ciento de los hombres y mujerea
(una de cada cuatro personas) seguían estando sexualmente activos después de
cumplir ochenta años.
Discrepancias en la relación de pareja, aspectos psicológicos
pueden perjudicar la sexualidad así como también factores fisiológicos. El más
común en hombres, aunque no el más grave, es el descenso progresivo de las
testosterona con la edad, que se asocia con un declive de la actividad sexual,
del rendimiento físico y de la sensación de vitalidad. En la actualidad hay
estudios muy avanzados sobre los primero resultados sobre la eficacia de el
tratamiento de los suplementos de testosterona.
Dependerá de cada uno la forma de enfocar su situación
particular aunque no hay que dejarse engañar por los prejuicios de la edad. Hay
personas que son perfectamente felices sin actividad sexual, lo cual está muy
bien. Peros hay otras muchas para quienes el sexo sigue siendo importante a
todas las edades. No hay ningún motivo para que deban renunciar sólo porque el
resto del mundo lo ignora o lo desaprueba y aún no ha asumido que la sexualidad
en personas mayores es algo perfectamente normal
Un beso en el metro de Madrid a partir de los 60 es casi una......reivindicación
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