Con
la emoción a flor de piel. Diciembre es el mes de los recuerdos, de los seres
queridos,del caballo de cartón, del aceite de estraperlo, del venid y vamos
todos, de los amores perdidos, del Arriba, Alcazar y Pueblo, del reloj de la
estación que seguirá dando vueltas hasta esperar al último tren que algún día
llegará.
Otro
Diciembre más, otro año que se acaba, madre mía, cada vez somos más los que más
años tenemos y como no espabilemos nos van a hacer tan tontos como ellos.
“RECOGIDA
DE JUGUETES PARA MAYORES” esta es una de tantas campañas paternalistas y
ridículas que circulan a lo largo
del año por los medios de comunicación, provenientes de una sociedad inmadura que
demuestra la valoración negativa
que hace de las personas mayores. Una sociedad a la que necesariamente hay que educar en
valores. Una sociedad sin valores no existe, todo sale de los valores, los
proyectos, las leyes y los principios.
Ya
está bien de jugar con la pobreza
mental de los viejos que no son los de 60,70 u 80 años porque viejos son los
que se dejan hacer, los que dejan de pensar, los que abandonan la curiosidad, los
que dejan de aprender. La plasticidad del cerebro y su inteligencia están
dentro de cada uno se tenga la edad que se tenga. Los conocimientos y las habilidades
adquiridas mejoran con la edad. El cerebro es más joven que el cuerpo aunque al
cuerpo le fastidie.
La
salud, el conocimiento, las relaciones personales y el aprendizaje continuo
deben ser la base del envejecimiento y dependerá de la decisión de cada uno llevar
su acción adelante y buscar sentido a la vida. La practica de la actividad
física está demostrado que funciona el mantenimiento del cerebro.
El
problema es para las personas dependientes a las que hay que ayudar, reclamando
sus derechos con todos nuestras fuerzas
y medios hasta donde podamos llegar.
Aquí
no se trata de hacer de mayores/jóvenes de lo que se trata es de la
participación de las personas mayores en los espacios que la sociedad requiera y trasladar su protagonismo, experiencia y valía para
colaborar en los nuevos retos y proyectos como por ejemplo el de Ciudades
amigables y en todos aquellos que beneficien al conjunto de las sociedad.
Esta
claro que el nuevo rol social de
los mayores está cambiando aunque las propias instituciones por comodidad favorezcan
su estancamiento.
Diciembre 2016
Chema Menéndez
Verdades como puños, querido amigo, son las que has escrito en esa acertada descripción de lo que somos y necesitamos, y cómo nos ven, o nos consideran, los otros, menos expertos pero con la satén por el mango. Un abrazo. Esteban.
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