NUESTRO OBJETIVO

La finalidad del grupo es la de buscar formas para mejorar nuestra calidad de vida a través del conocimiento y el aprendizaje. El grupo apuesta por la práctica de actividades que fomenten el Envejecimiento Activo y para ello trataremos temas relacionados con la salud, la seguridad y la participación solidaria. Entre ellos, la actividad física, mental y espiritual ó artística, el mantenimiento de la autonomía personal, las relaciones sociales, las actividades de ocio y esparcimiento, la búsqueda de nuevas experiencias y el dedicarnos a todo aquello que nos guste, compartiremos entre todos nuestras opiniones, reflexiones y sugerencias, al respecto.

domingo, 3 de septiembre de 2017

"Si los abuelos de este país se declarasen en huelga se paralizaba el país"

Desde que me jubilé siempre ha estado en mi la preocupación sobre el futuro de las personas mayores no solamente por mi propio interés sino también por lo que supone socialmente para la economía y el progreso de la sociedad.
Acabo de leer un artículo del profesor Cándido Marquesán Millán en el que pone de manifiesto los aspectos más importantes de la realidad de las personas mayores y sobre todo aquello que los políticos no cuentan sobre la importante colaboración de los mismos a las familias y su aportación al Producto Interior Bruto que no se contabiliza y que tanto llevan en la boca los economistas.
Este es el artículo completo del Profesor Cándido Marquesán  
Los medios de comunicación y los políticos nos dicen que España tiene un grave problema: el envejecimiento de su población. Es cierto tal hecho demográfico. Según el Instituto Nacional de Estadística, la esperanza de vida en 2015 llegó a 82,7 años, siendo de 80,3 en 2005. En los hombres 79,9 y en las mujeres 85,4. La población mayor de 65 asciende a casi 8,7 millones a 1 de enero de 2016; de estos 8,3 españoles y unos 350.000 extranjeros. Cara el futuro la esperanza de vida seguirá incrementándose, y alcanzará en 2031 los 83,2 en los varones y los 87,7 en las mujeres. En 2065, de mantenerse la tendencia, la esperanza de vida podría alcanzar los 88,6 en los varones y 91,6 en las mujeres.
Tal incremento de la esperanza de vida supone que los españoles vivimos cada vez más, lo que entiendo es bueno. Lo malo sería que viviéramos cada vez menos. No obstante, a algunos parece que no les importa, como dijo un alto dignatario japonés: ¿por qué no se mueren los viejos? Los políticos, periodistas, economistas y académicos, cuando hablan del problema del envejecimiento de la población española lo relacionan con el mantenimiento de las pensiones públicas, ya que cada vez habrá menos trabajadores y con sueldos más bajos, por lo que se reducirán las cotizaciones. Y al repetirlo de una manera machacona, con aviesas intenciones “Este mes ha habido que sacar no “sé cuantos millones del Fondo de Reserva de la Seguridad Social para pagar la extra” o “Para la próxima ya no hay suficiente”, va calando en la sociedad española la idea de que los jubilados están poniendo en quiebra las finanzas del Estado, de que están “robando” al Estado porque tienen la manía de querer cobrar la pensión, algo que asumen muchos jubilados y cada vez más sectores de la sociedad. ¿Por qué no publican todos los meses los costos en rescates de autopistas, en armamento o en la corrupción? Es una práctica del sistema neoliberal, el enfrentar a diferentes sectores de la sociedad: al parado con el inmigrante porque le “quitan” el puesto de trabajo, a los jóvenes con esos sueldos miserables con los jubilados porque tienen una pensión “asegurada”, por cierto, para casi 5 millones de ellos, su pensión es inferior al salario mínimo interprofesional (SMI), es decir, menos de los 707,6 euros.
Malos tiempos en los que hay que demostrar y defender lo obvio. Los jubilados actuales cobran una pensión, porque a lo largo de su vida laboral han hecho sus cotizaciones, las establecidas por ley cara a una futura jubilación, de acuerdo con un sistema de reparto. Por tanto, no es un privilegio es un derecho. Con las cotizaciones de los trabajadores actuales se pagan las pensiones de hoy. Con las de los pensionistas actuales, cuando trabajaban se sostuvieron las pensiones pasadas. Esto es así, y se sustenta en una solidaridad intergeneracional. Esto es lo que hace una sociedad grande. Ni que decir tiene que esa solidaridad se está fracturando con sus secuelas gravísimas.
Por otra parte, hay otra obviedad desapercibida para muchos no sé si despistados o malintencionados. Los jubilados pagan sus impuestos como los demás ciudadanos: IVA, sucesiones, el IRPF de su pensión. Sobre este impuesto merece la pena detenerse. 1.- La pensión no es un rendimiento del trabajo. 2.- Las pensiones actuales se fueron generando durante la vida laboral que con el cobro de los salarios fueron sometidas ya al I.R.P.F. Es decir, ya tributaron por el impuesto. 3.- Por lo tanto, al ser sometidas en la actualidad al I.R.P.F. están siendo gravadas nuevamente por el mismo impuesto, cayendo claramente en la figura de "doble imposición", que se debe corregir haciendo que la pensión quede excluida del I.R.P.F. 4.- La pensión podría tener cabida como rendimiento de capital mobiliario, con una fiscalidad mucho menor y que va disminuyendo progresivamente con la edad del jubilado.
Y hay otra obviedad. Ahora es el momento de hablar de esos trabajos invisibles de los abuelos. Muchos jubilados, no están pasivos. No se limitan a sacar al perro, a ir a comprar el pan, o tumbarse en el sofá a ver la caja tonta. Llevan a cabo labores muy importantes. Una de ellas, el cuidado de sus nietos, y a veces a sus padres mayores. En España, un 55% de los abuelos cuidan de sus nietos regularmente, y el 30% diariamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario